
Luchó y peleó tanto en el partido de ayer que se le dió el gol gracias al excelente pase del Muñeco. A pesar de eso, no se comprende el grito desaforado y su marcación con el dedo hacia la gente. ¿No se lleva bien con la hinchada? ¿Fue un impulso?
No vale la pena entrar en polémica porque es uno de los mejores jugadores que les queda a River en este triste semestre. Desde este blog bancamos en en las buenas y en las malas al número 9 millonario. El sacrificio, la entrega, la pasión, el fútbol y el estilo dan sus frutos en los pies del pibe de Santa Marta (Colombia)
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