Es increible el amor que tiene el Burrito por River, se hizo expulsar nuevamente en el partido que su equipo empató ante Quilmes y se siente más en Nuñez que nunca. Su malas actuaciones en Mendoza dejan claro que Ortega tiene la cabeza en el club de sus amores hasta querer sufrir como ellos este momento.
El Burro vió la tarjeta roja a las 16 minutos del segundo tiempo cuando su equipo perdía por dos goles y no se preveía su levantada. El actual 10 de Independiente de Mendoza le pegó un patadón inexplicable, de atrás y sin posibilidad de sacar la pelota al rival logrando así su segunda expulsión consecutiva. El problema de Ortega no está a la vista pero es claro que si no está en River se le complica jugar un fútbol como el acostumbra al hincha. Reacciones como estas opacan todo lo bueno que el ex jugador de la Selección Argentina cosechó en sus 18 años desde que debutó en River.
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