9 sept 2008

Solo y tranquilo

Mientras espera que le entreguen la casa para llevarse a su familia, el Burrito no sale ni se muestra en Mendoza. Silencioso, huidizo e introvertido. Así se mostró (por decirlo de alguna manera), Ariel Ortega en los 28 días que lleva en Mendoza, ya que si algo buscó el Burrito fue pasar lo más inadvertido posible. Tanto que evitó mostrarse en público fuera del horario de entrenamiento.Aunque se descontaba que iba a radicarse en el barrio privado Dalvian, construido por una de las empresas de Daniel Vila, presidente de Independiente Rivadavia, la casa elegida por el jujeño está siendo remodelada y, por eso, todavía continúa viviendo solo en el hotel Huentala. Recién cuando terminen las obras se mudará y traerá a su familia desde Buenos Aires. Estar en Dalvian, además, le permitirá ser vecino de Vila y de Roberto Trotta y hasta no tener que utilizar su BMW (se lo trajeron el sábado) para ir a las prácticas, ya que dos o tres veces por semana el plantel de la Lepra suele usar la cancha principal del lugar. La cuenta pendiente sigue siendo su tratamiento contra el alcohol. Ya que si bien en Núñez están preocupados, hasta ahora los médicos del Azul no lo ven como indispensable por lo bien que el 10 se adaptó a la vida en esta ciudad.mendoza (corresponsal)
Por LUCIO ORTIZ de Olé lortiz@ole.com.ar

1 comentario:

No, gracia a vo´ dijo...

Lamentablemente el entorno de Buenos Aires no es el ideal para el Burrito! Esperemos que en su estadía en Mendoza por lo menos le ayude en algo.
Grande Burro, los hinchas de River te extrañamos!

Saludos,

Migue