Una vez más, River fue superado por un Lanús que a pesar de todo no demostró todo el fútbol que acostumbra. Ya desde el inicio, preocupaba que en el banco millonario no haya un delantero y de esa manera obligó a Néstor Gorosito a mantenerlo en cancha los 90 minutos. El único acercamiento serio del conjunto de Nuñez en la primera etapa fue llegando a la media hora, cuando Mauricio Caranta, por lo resbaladizo de la cancha, le cometió un claro penal a Ortega, en una jugada que terminaba con la pelota afuera, y que Beligoy no sancionó. El debutante en el arco Nicolás Navarro tuvo una aceptable actuación y tapó claras situaciones de gol.
En el complemento el conjunto dirigido por Gorosito, siguió sin ideas de fútbol y Lanús mostró un poco más de actitud para llevarse la victoria y al minuto tuvo la primera chance. A los 9, Salcedo, de media vuelta, luego de un centro-remate al arco de Maximiliano Velásquez, venció las manos de un dubitativo Navarro. Desde ese duro golpe, River no intentó casi llegar al arco y las veces que lo hizo no pateó. El millonario no pierde para males y a las 38 minutos amonestan a Martín Galmarini por una falta que no fue (puso el cuerpo) y como el volante protesto se ganó la roja. Sabiendo su error, se fue corriendo al vestuario local. No hay ideas, no hay futbol, no hay ganas, no hay futuro. De no cambiar el planteo, el equipo de Nuñez comenzará a perder seguido.
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